Este sábado pasado decidimos salir a dar una vuelta con los buggys, Mitica, el asturiano y yo, así nos íbamos poniendo en forma para las grandes rutas que tenemos programadas.
La idea era hacer una ruta de unos 200 Km entre ida y vuelta y en mitad del camino comer por la zona.
El asturiano conocía un restaurante donde se hace un muy buen pollo asado, sabiéndole dar un toque muy especial y claro cuando comentamos lo de comer entre nuestro grupo de amigos se apunto Defe con su todoterreno y Juan de copiloto.
El día pintaba ideal ya que no llovia pero estaba nublado y tampoco hacia demasiado frio. Toda la semana anterior había estado lloviendo con lo cual los caminos estarían fabulosos para rutear. Así que quedamos en casa de Mitica y desde allí comenzariamos la ruta.
Efectivamente todos los presagios de caminos y tiempo ideales se fueron cumpliendo y en muchos puntos del track nos encontramos con enormes charcos y zonas de mucho barro con lo cual la ruta estaba saliendo divertidisima.
Próximos a llegar a nuestra parada para comer surgió lo que nunca nadie desea, el Todo terreno saliendo de una curva derrapó de atras y al intentar corregir la trayectoria se fué hacia un altillo en la parte derecha del camino, clavo una de las ruedas partiendo la dirección y volcó, quedando las cuatro ruedas de cara al cielo.
Como podéis imaginar el susto fué cojonudo, gracias a Dios sin consecuencias físicas para su conductor, pero el coche quedó destrozado.
Con ayuda de unas eslingas y la fuerza de los UTV´s conseguimos ponerlo derecho, pero los daños eran muy importantes y resultaba imposible conducirlo con lo cual no quedó más remedio que llamar grua.
Lo que hasta ese momento había sido una ruta ideal cambió de golpe y nos dejó a todos bastante tocados, pero claro, no había más remedio que comer y volver, eso si, con los ánimos por el suelo.
Y colorín colorado, esta ruta ha terminado, esperemos que sea la última con incidentes.