Amanecía el gran día de nuestro estreno en la quedada por tierras de Cantabria. Motivo doble para celebrar ya que era nuestra primera vez que acudíamos a este gran evento y por otra parte, la primera gran ruta que íbamos a hacer con nuestro quad recién comprado. La ruta del sábado y la más especial por llevar a unos chavales que llevan esperando la ocasión durante todo un año, empezó con el día nublado y la verdad, es que se agradecía que el sol no hiciera acto de presencia. Ya el viernes estuvo regando la lluvia las montañas, con lo cual, tendríamos los caminos en perfecto estado para nuestros vehículos, para evitar el odioso polvo, como si Los Trasgos lo hubieran pedido como requisito indispensable.

Una vez descargadas las maquinas en un gran aparcamiento en el polígono de Tanos-Viérnoles, reunión de todos los pilotos con la organización para comentar el discurrir de la quedada. Arrancamos los quads, UTV´S y todoterrenos y nos dirigimos a la posición desde donde saldríamos con los chavales en el prado de las fiestas de Tanos. Nos colocaron en cinco filas largas y nosotros estábamos los primeros de una de ellas. Se fueron colocando a los chavales en todos los vehículos, la mayoría tenían ya a sus pilotos preferidos por conocerles de otros años. Viendo que no venía ninguna persona con nosotros, me acerque a los miembros de la organización para decirles que yo estaba solo y que me mandaran a alguna persona conmigo. Pero los chavales ya estaban distribuidos donde les gustó o donde se conocían ya de otros años y me quedé solo ante el peligro jejeje. Mi mujer Maribel ya estaba colocada en un todoterreno para hacer la ruta en él, y les dije a la organización que como no había más chavales, que si se podría venir conmigo y nos dijeron que si, que sin ningún problema.

Comenzamos la ruta saliendo por el polígono hacia las montañas, primero por carretera para pasar posteriormente a unos caminos que daban gusto pisar ya que no se levantaba nada de polvo, gracias a la lluvia del día anterior. Los pasos entre eucaliptos y arboledas eran dignos de respirar hasta el fondo, que frescor que daban a nuestras gargantas. Algunos tramos eran no complicados pero si “atrevidos” para llevar a unas personas tan especiales, que me consta que lo gozaron muy intensamente. Además de otros montes cuyo nombre no me acuerdo, subimos hasta el mítico Dobra (Antonio esto va por ti) llegando a parecer a veces, que estábamos atravesando la selva. Que paisajes tan bonitos. Que vegetación tan frondosa. Y eso que según dicen llevan un mes de lo más seco…tendrían que ver cómo está Madrid y Castilla León jejejeje. En lo alto del Dobra se hizo una parada para reunificar a todos los vehículos participantes (cerca de 100 vehículos por cierto). Tocaba bajar hasta el bonito pueblo de Cartes para dar cuenta de un buen almuerzo, contar las primeras impresiones de la ruta y saludar a viejos amigos que hacía mucho que no nos veíamos…

Después de reponer fuerzas y refrescar nuestras gargantas, volvimos a disfrutar de las montañas, por unos pasos preciosos llenos de vegetación y zonas de barro, hasta que paramos en una zona alta donde se divisaba toda la zona de Torrelavega y parte de la costa cantábrica. Paisaje maravilloso!!!

Unos kilómetros más tarde, después de bajar del monte, nos dirigimos a Casar de Periedo, donde estaba previsto comer una buena paella en un porche gigante habilitado para estos eventos. El sitio estaba rodeado de cortados con eucaliptos haciendo equilibrio extremo.





Dimos cuenta de la paella, postre y café, antes de volver a nuestras máquinas, para poco a poco y ya utilizando más carretera, volver al prado de las fiestas de Tanos, donde se llegó sobre las cinco de la tarde. Ya en la carpa de las fiestas, donde nos esperaban los familiares de los chavales, se dieron regalos para todos los participantes y nos dieron las gracias por haber participado en este gran evento solidario, e invitándonos para el año que viene repetir. A ver si para el año que viene, puede venir un chaval conmigo…

Quiero pedir perdón al jurado, porque no tengo foto del cuentakilómetros. Fueron 60 kilómetros de ruta. Mil perdones…

El domingo se preparó una ruta para la gente de fuera, para que “probásemos” algo más fuerte y nos fuéramos con un buen sabor de boca. A las nueve estábamos citados en el mismo aparcamiento del día anterior y allí estábamos como clavos dispuestos a una aventura de la buena. Poco a poco iban llegando los integrantes de Los Trasgos, Ojancanus y demás “fauna” variada, menos los fiesteros de los Jabatos que se les habían pegado las sábanas. Se decidió pasar por donde pernoctaban para recogerlos y ponernos en marcha lo más rápido posible. Arrancamos y nada más salir del pueblo empezó la acción: giramos a la derecha y a subir como las cabras por una pista inclinada llena de piedras que creía que nunca acababa (nosotros que estamos acostumbrados a pistas llanas, os podéis hacer una idea) hasta que llegamos a un alto donde nos reunificaríamos con los UTV´S y los Jabatos.

A partir de aquí, nos dividimos en dos grupos para no dar mucho el canteo y nos dirigimos a un pozo de hielo antiguo, que era donde fabricaban el hielo para bajar a los pueblos de alrededor. Más tarde, bajamos monte a través, con una inclinada considerable, para posteriormente dirigirnos al plato fuerte del día: La subida al monte del Gas. El Mago de Los Trasgos se iba a encargar de ir diciéndome lo que tendría que hacer para poder ir subiendo. Este trocito del principio esta algo mal, pero luego sin problemas. Ya ya ya te veo. Para alguien acostumbrado a esto muy bien, pero para nosotros fue un glub glub ay ay ay. Una piedra grande y traicionera se cruzó en mi camino y no había manera de pasar. Chus Baranjara y el Mago nos ayudaron para pasarla y a partir de aquí, Maribel se fue en el quad del Mago para que pudiera subir más fácilmente sin el peso de ella. Reductora, 4x4, dirección recta y para arriba por una trialera llena de piedras. Qué manera de subir!!! Este quad es la ostia jajajaja, buena compra la que he hecho, pensaba mientras no dejaba de pegar botes como una rana, mientras Maribel y el Mago iban por delante abriendo camino. Llegamos a otra dificultad donde había que bajar entre un paso estrecho rodeado de piedras grandes y que gracias a Emilio el asturiano y a el Mago pude sortear, no sin dificultad…pfff que sudores, pero me lo estaba pasando de vicio jejeje.




Después de subir y bajar unas cuantas veces por el cordal de las montañas, afrontamos otro gran desnivel repleto de piedras sueltas, que también dimos cuenta de él.

Más adelante se hizo la parada para almorzar y reagruparnos los dos grupos, donde degustamos unos refrescos y embutidos variados. Contamos las anécdotas de la subida y nos hicimos una buena foto todos juntos.

Una vez descansados, nos dispusimos a subir a la última parte donde estaban las antenas y repetidores desde donde se veían unas vistas impresionantes. Los más valientes, entre los que no me incluyo, subieron por una trialera de vértigo de gran dificultad para probar su destreza. Por aquí subieron ATV´S y algún UTV que otro.