Suzuki Motor España cerrará su planta de Gijón en marzo de 2013. Así lo han confirmado los responsables de la compañía al presidente del Principado, Javier Fernández, nada más iniciarse la reunión que mantenían esta mañana en presidencia. Fue el director general de la multinacional japonesa en España y consejero delegado de la empresa, Masayoshi Ito, quien se lo comunicó al presidente regional en una reunión en la que le explicó las complicada situación que afronta la compañía en España.

La planta, que da empleo a 193 operarios, y que es la única factoría que Suzuki mantiene en Europa, pasa desde hace meses por una situación desesperada. Según desveló este verano el comité, la planta gijonesa tenía entonces cerca de 30 millones de euros de pérdidas que se habían acumulado durante los últimos cuatro años. El año pasado perdió 7,2 millones y sus ventas descendieron por debajo de los 100 millones de euros. Directivos de la empresa reconocieron hace dos años que la planta gijonesa no es viable por debajo de una producción de 15.000 unidades al año, y en la actualidad de las instalaciones de Porceyo salen sólo unas 11.000 scooter Burgman. De hecho, de los 193 empleados, 191 se encontraban sometidos a un expediente de regulación del que solo quedaron excluidos los dos principales directivos de la fábrica.

Tras reducir su producción en más del 70% durante tres años, la planta gijonesa de Suzuki logró salvar los muebles en septiembre de 2010 gracias a un acuerdo «in extremis» con los sindicatos. A cambio de descartar despidos, los representantes de los trabajadores aceptaron un preacuerdo a tres años para regular de empleo a toda la plantilla. A mediados de ese año, la única factoría europea de Suzuki pasaba por uno de sus momentos más difíciles. La empresa había planteado despidos para garantizar su viabilidad futura y puso en marcha un plan de bajas incentivadas que resultó un fracaso. Paralelamente, la empresa matriz llamó a consultas a Japón y, tras encenderse todas las alarmas, los trabajadores y la compañía alcanzaron un principio de acuerdo para poner en marcha un expediente de regulación de empleo para tres años, que finaliza en marzo de 2013, la fecha para la que ahora anuncia el cierre.

La reunión entre los responsables de la compañía y Javier Fernández duró apenas una hora. Masayoshi Ito abandonó la sede de la presidencia regional sin hacer declaraciones.