Por fin llegamos a la parte más alta y podíamos tocar las nubes. Comenzamos a bajar por el monte y entramos en una zona muy cerrada por la vegetación, con robles y hayas llenas de musgo pegadas en su corteza, que hacían una estampa preciosa.

Después de un descansito continuamos bajando por unos caminos con bastante inclinación, para al rato volver a subir, hasta que llegamos a una zona preciosa de hayas gigantes, desde donde se veía el pueblo donde vivía Jaleo e Itoiz, abajo, muy abajo, en el fondo del valle.

Seguimos más adelante, casi viendo todo el valle continuamente, hasta que llegamos al alto de Karakate, desde donde había unas vistas impresionantes, en el que se veían todos los pueblecitos, incluido Éibar al fondo.

Unos kilómetros más adelante pasamos por un campo de tiro al plato, que estaba en una zona alta, en el que estaban probando su destreza los escopeteros. El suelo de los alrededores estaba lleno de “platos rotos”.

De monte a monte, subiendo y bajando continuamente, a veces por unas trialeras guapas, atravesamos Elgoibar para seguir por unos caminos bonitos y llegamos a Éibar para repostar nuestras maquinas sedientas en la gasolinera.

Continuamos camino volviendo a subir al monte y al coronar la subida llegamos a Elgeta. Ya estamos a tiro de Bergara que se empieza a ver al fondo. Aunque nos lo estamos pasando de vicio, los kilómetros recorridos van haciendo mella en nuestros cuerpos y estamos ya deseando llegar ya a la casa rural que habíamos reservado. Bajando una cuesta de SEMENTO jejeje, ya se va viendo la casa y el coche de Drakis y Quadmerry que nos están esperando. La casa era preciosa por fuera y por dentro, y después de aparcar los quad, nos distribuimos en las habitaciones y nos dimos una merecida ducha, que nos vino de perlas.

En total con los dos tramos del día, habíamos hecho unos nada despreciables 130 kilómetros, que para las zonas rotas de subidas y bajadas estaban muy bien hechos.

Tramo Errenteria - Azpeitia




Tramo Azpeitia - Bergara

Nos pegamos una buena cena entre risas y anécdotas de la ruta, en el que la compañía de la buena gente, fue muy especial. Que risa con lo del SEMENTO jajajajaja. Estábamos tan a gusto, que no nos apetecía ir a dormir y eso que al día siguiente nos esperaba la vuelta a Errenteria. La pena es que se tuvieron que ir Quadmerry y Guille nada más cenar, puesto que Guille curraba al día siguiente… vaya leche!!! Jaleo y un servidor fuimos los últimos en irnos a dormir, se estaba tan bien en esa terracita de la casa… Ainsss!!!

GRAN CRONICA AMIGO. Lo unico es que creo que has puestos los dos relatos en post diferentes jejejejeje.
HAY QUE REPETIR A MENUDO ESTAS RUTAS EHHHHHHHHHHH

Muy buena cronica amigo speedy...