En lo alto de un peñasco se encuentra la bonita iglesia románica del Santuario de Santa Casilda, un sitio precioso, con unas vistas de diez.

Y bajando en zigzag por un camino escarpado, llegamos al Pozo Negro e inmediatamente al Pozo Blanco.

Antes de llegar al tanque de guerra de Quintanilla de Cabe Rojas, empiezan los problemas serios en el UTV de Taxco. Los rodamientos de la rueda delantera han dicho basta y se le intenta hacer un apaño in situ para poder continuar la marcha. Visitamos el tanque que está a las afueras del pueblo. Que guapo esta!!!

La siguiente visita es el Castillo de Poza de la Sal, que lástima que no se conserven estas fortalezas con lo bonitas que son!!!

Por el monumento a Félix Rodríguez de la Fuente, pasamos con más preocupación por el estado de la rueda del UTV de Taxco que otra cosa, y va a peor. Debemos de bajar el ritmo de marcha porque si no, no llega a ningún sitio. Se decide llegar a la gasolinera más próxima para repostar y desde allí llamar a la grúa. Otra ruta más que no puede acabar Taxco. Esto empieza a ser mosqueante jejejeje. Además el UTV de Mikel está seco de gasolina y tiene que remolcarle unos kilómetros el ATV de Jaleo!!

Llegamos a la gasolinera y cargamos las maquinas hasta las cejas de gasolina. Mientras que venía la grúa, también repostamos nuestras gargantas con unas cervecitas fresquitas.

Después de cargar Taxco su UTV en la grúa con lloros incluidos jejejeje, continuamos la ruta volviendo a enlazar con el track que habíamos abandonado, hacia el Dolmen de las Arnillas. El sepulcro funerario se encontraba en lo alto de un promontorio que dominaba unas bonitas vistas de los alrededores.

Como la noche se iba acercando y nos quedaba la visita al Pozo Azul, se aumentó el ritmo para llegar a verlo con luz, porque si no, no tenía gracia verlo a oscuras. Llegamos a tiempo antes de que oscureciera y conseguimos hacernos unas fotos. El Pozo es una cavidad subacuática por donde brota el agua al exterior. Es precioso!!!

A partir de aquí, ya sólo nos quedaban unos 25 kilómetros para llegar a la casa rural que habíamos reservado en Pesquera de Ebro, y lo hicimos ya en noche cerrada. Yo que cerraba el grupo, era precioso ver como se extendían las luces de nuestras máquinas por todo el monte, sorteando todo tipo de charcos y barro.
Cuando llegamos a Pesquera de Ebro, un servidor estaba hecho migas, después de 12 horas y 246 kilómetros encima del ATV, eso sí, con la satisfacción de haber llegado a destino sano y salvo. En las caras de todos se veía el cansancio del rutón que habíamos hecho, en el que había tenido de todo. Y todavía nos quedaba la del domingo…

Una ducha calentita y reconfortante nos vino de perlas, seguida de una buena cena, en buena compañía, donde contamos las batallitas del día y lo que nos quedaba de vuelta para el día siguiente.
Lo dicho, un rutón en toda regla. Taxco eres un crack!!!. Como lo hubiera gozado mi gran copiloto Maribel Tasmania…